Hola, soy Sofía
Creo que las palabras tienen el poder de retratar la condición humana, y es ahí donde reside mi propósito como autora: mostrar lo que nos une, nos libera y, a veces, nos duele.
Mi estilo es directo, aunque cargado de metáforas, me influencian la delicadeza de lo cotidiano de la literatura japonesa yuxtapuesta a la energía de ciertas dinámicas del realismo mágico. En mis textos, la sensualidad y el goce de la vida se presentan con intensidad, bajo la supervisión de un fauno que los dota de profunda seriedad.
Escribir, para mí, es un diálogo entre lo humano y lo eterno, una búsqueda constante de lo que queda más allá de las apariencias. Por eso, cada página que escribo busca dejar una huella que trascienda el tiempo.


Mis estudios
Mi pasión por las humanidades me llevó a estudiar Humanidades con mención en Literatura y Música (VIU) y a formarme en Comunicación Social (UCES). También, tengo un Máster en Inteligencia Emocional (UEMC), lo que me permite abordar la escritura desde una perspectiva que conecta mente, emoción y expresión.
Además de escribir, he trabajado como divulgadora en medios de comunicación, colaborando en periódicos digitales, programas de radio y televisión. Mi labor no solo se centra en la escritura personal, sino también en inspirar a otros a disfrutar de expresarse plenamente.

El Jardín de las Musas
Escuela de escritura y literatura
Una escuela de escritura especializada en literatura y filosofía erótica.
Este espacio nace de mi compromiso por compartir el poder de la palabra como herramienta de liberación personal y desarrollo de la identidad propia.
Mis libros
Como divulgadora del amor libre han surgido mis primeros ensayos publicados. Ahora, estoy trabajando en un poemario. Un proyecto cargado de metáforas, intensidad y emociones profundas con el fin de inspirar a los lectores.
«Eres tanto fuego que incluso fría me atraviesas»

Léeme Editorial
Una editorial nacida por el amor a los libros y al arte. Aquí nace 12 motivos para leer erotismo, un club de lectura para quienes disfrutan de las historias como quien saborea un buen ágape: con calma, pasión y una pizca de irreverencia.



